Y así es compañeros, con valentía y decisión, nuestro centro se atrevió a dar ese primer paso que, como apuntaba el filósofo Lao_Tse (“Un viaje de mil millas comienza con un primer paso”), fue el principio de un duro pero gratificante camino que estamos recorriendo.
Alentados por la maravillosa experiencia de nuestro primer Proyecto Erasmus + 2018/19, acabamos de dar nuestros siguientes pasos rumbo a nuestro segundo Proyecto Erasmus+ 2019/20 y 2020/21 y al mismo tiempo participando en un tercer Proyecto, junto con otros centros educativos en forma de Consorcio para 2020/22, aunque en estos momentos está parado por la situación sanitaria. Este curso, y, tras nuestra acreditación Erasmus +, nuestro cuarto Proyecto está pendiente de adjudicar financiación.
Hemos podido comprobar lo importante que es no permanecer en el confort de la rutina de nuestros centros, mirando a través de la ventana de EPALE las actividades que se realizan fuera, hemos decidido experimentarlas. Esa experiencia se ha traducido en abrir la puerta de nuestro centro, dejar que otros compañeros nos conozcan, por ejemplo, a través de nuestra participación en “Mira y Actúa” y un consorcio europeo dentro del proyecto Erasmus+, pero también dar más pasos, cruzar esa puerta a Europa y participar en actividades en el exterior. Estas iniciativas nos han hecho crecer como centro, pero también personal y profesionalmente.
Nuestro Centro ya se está beneficiando de los conocimientos y experiencias adquiridas en nuestras movilidades en Irlanda, Italia, y Austria, lo cual nos ha hecho arriesgarnos y atrevernos a más vivencias europeas en las que vamos a combinar el conocer otros sistemas educativos europeos con más formación. Nuestra compañera Eva ha podido viajar a Islandia y falta muy poco para que salgamos hacia Suecia… primeros destinos de este viaje formativo en el que estamos muy involucrados.
Hicimos un cambio, dimos nuestros primeros pasos y empezamos a darle una nueva vida a nuestro Centro. De nuestras movilidades nos traemos muchas cosas, pero también llevamos otras de lo cual nos sentimos orgullosos. Es un viaje que permite hacer cosas bonitas, nuevas, diferentes, … porque ser Centro Erasmus+, no es sólo un proyecto, es la gente también. No hay viaje que no te cambie. Ahora somos personas más tolerantes, más abiertas, más seguras, …Y no queremos volver atrás. Europa es una forma de vivir en el mundo y gracias a ello hemos podido crear, disfrutar, imaginar, sentir, aprender, emprender, descubrir, vivir, emocionar, enriquecer, … y adaptarnos al cambio.
Tenemos por delante un gran reto sin salir de nuestro centro: derribar muros como la reticencia o indiferencia de los docentes que todavía no se imaginan que esto ya es una realidad y que colaborando juntos podemos consolidar valores, oportunidades para que el alumnado y la Comunidad Educativa completa avance.
Pero hay otro aspecto que nos gustaría destacar del papel de nuestra escuela como herramienta vital. Nuestras “Figuras inspiradoras” (Role Models). Este nombre hace referencia a un Programa respaldado por Erasmus + de fomento de los valores comunes europeos como la solidaridad, para combatir la radicalización de algunos, … Es una iniciativa que pretende promover la inclusión social, el entendimiento intercultural y el pensamiento crítico por medio de ejemplos inspiradores que incorporan los valores comunes en la vida cotidiana para ayudar a Europa a construir sociedades prósperas, tolerantes e inclusivas.
Hasta que no llegamos a las Jornadas Nacionales de difusión de Erasmus +, no sabíamos que estas personas (Role Models), podrían ser propuestas como candidatas a través de la web y que el resto de los centros puede beneficiarse de ellas a través de charlas, talleres, conferencias, … Nuestro CPEPA puede presumir de contar con varias personas que podrían ser las perfectas candidatas a este programa. Estamos pensando en tres mujeres que forman parte de nuestro centro y que se han convertido en nuestras ROLE MODELS.
La primera mujer de la que queremos hablar ya no está con nosotros (D.E.P.), pero tuvimos la suerte de contar con ella hasta poco antes de que su enfermedad no le permitiera venir a nuestras aulas, con una edad cercana a los 90 años. Chari se matriculó durante varios años en el centro para asistir al aula como oyente, en concreto a clase de Ciencias Sociales e Historia de 3º y 4º de ESPA, pero nunca fue una alumna más, poco a poco se ganó el cariño, el respeto y la confianza de todos, alumnos y docentes. Sus comentarios siempre tan bien fundados ante cualquier contenido curricular, el relato de su experiencia personal, sus consejos siempre tan personales, … Chari nos abrió las puertas a una experiencia personal enriquecedora y consiguió ganarse a todos y todas, desde el alumno más joven, de 18 años con problemas de radicalización hasta el más mayor (antes que ella, claro) de unos 55 años con problemas de discriminación social. Ella sola consiguió hacer esa difícil labor tutorial y de educación socio afectivo emocional personalizada y convertirse en un referente de cómo la educación abre las puertas laborales y de participación ciudadana. Ella era el modelo perfecto de cómo una mujer y su experiencia vital puede ser el máximo exponente de la prevención de la radicalización, la mejor arma para combatir la discriminación social y conseguir que las personas que le rodean se vuelvan más tolerantes, con más iniciativa y más solidarias. Gracias Chari por todo lo que hemos podido aprender de ti. No te olvidaremos nunca.
Ahora hablemos de una chica muy joven, tenía 18 años cuando llegó a nuestro centro, había pasado por todos los programas de Atención a la Diversidad en centros de Educación Secundaria, con un fracaso académico difícil de remontar, con importantes problemas de adaptación social, disruptiva, con una familia desestructurada y sin referentes positivos en su vida. Todo un reto profesional. Nos preocupaba su aparente radicalización, pero tan sólo tenía miedo, estaba sola y nos demostró que hay que dar oportunidades a todos, ha sido una maravillosa experiencia de crecimiento personal. Cada uno tiene su propia historia de superación y ella ha sido el modelo de lo importante que es superar el miedo, que en esta vida hay que ser valientes, con coraje… Nos ha demostrado que el pesimismo y la actitud negativa es una verdadera y gran discapacidad de muchas personas. Ha titulado, en varias de las ofertas formativas, y sigue con nosotros, ahora es parte de nosotros. Cada vez que entra al centro, entra un torbellino de felicidad y nosotros sólo podemos dar nuestra gratitud.
La última mujer que también consideramos nuestra Role Model es la alumna más mayor y más veterana de nuestro centro. Ahí está, con 94 años de edad y preparando para mayo su 95 cumpleaños. Nació en 1925 y más de 30 años acudiendo al aula cada día. Participa activamente en clase, realiza junto con sus compañeras las actividades de cálculo mental, de rehabilitación con movimientos de articulaciones, comentan la prensa, trabajan cuestiones de educación medioambiental, de salud, … Su profesora, la cual lleva muchos años con ella y la considera parte de su familia, le adapta los materiales, por ejemplo, aumentando el tamaño de la letra, los colores, …pero a pesar de sus limitaciones funcionales y las debidas a su enfermedad, sigue estando muy motivada a salir de casa, acudir a clase muy puntualmente para después continuar sus actividades en el Centro Social donde todos los días juega a las cartas con sus amigas.
Como consecuencia de todo lo anteriormente explicado, queremos animaros a toda la comunidad educativa a comenzar a caminar en busca del objetivo de derribar muros que cercan la Educación, de abrirse a vivir experiencias lejos de nuestras aulas, y aprender a reconocer qué no hacemos bien, y qué hacemos bien, que suele ser más de lo que creemos.
Os animamos a ver con otra mirada a aquellos alumnos y alumnas que, aunque en un principio no lo demuestren, saben y pueden transformarnos en mejores personas y mejores maestros/as.
Ya lo decía el célebre guitarrista tortosino Felip Pedrell: “Lo poco que sabemos, lo sabemos entre todos”.
Comentarios recientes